Tener una canción en la cabeza y no podérsela quitar es una experiencia común. Esta vivencia recibe el nombre de earworm o Involuntary Musical Imagery (INMI). Vamos a ver en este artículo qué es exactamente y qué se puede hacer para intentar que se marche.

¿Por qué no puedo parar de repetir canciones en mi mente?

Las imágenes musicales involuntarias: un breve repaso.

La experiencia de la música repetida en la mente sin sonido externo es más habitual de lo que creemos. Según un estudio de Liikkanen 2012, el 91,7% de las personas experimenta este fenómeno INMI al menos una vez a la semana.

La palabra earworm proviene de forma literal del alemán ohrwurm. Su traducción tal cual al español es la de gusano auditivo. Las imágenes musicales involuntarias (INMI) es un concepto que ha surgido más adelante para intentar darle una definición científica más significativa.

El INMI o earworm se define como una pieza de música que se repite en la mente varias veces de manera involuntaria. Lo habitual es que esta música tenga una duración entre 15 y 30 segundos. También que la parte musical que se reproduce sea un verso completo o el estribillo de una canción.

Esta experiencia de la repetición involuntaria de la música, de no poder parar de repetir canciones en la mente, ya se describía incluso en obras de ficción de la literatura occidental en el siglo XIX. En este caso se asocia la primera referencia a un relato breve de Edgar Alan Poe llamado «El demonio de la perversidad«.

Más allá de la literatura, este fenómeno se fue investigando en el campo científico y fueron encontrándose algunas características que predisponen a que se repitan canciones en la mente. Algunas de estas características que mantienen la predisposición a que la canción se quede metida en la cabeza son el grado de interés por la música y el entrenamiento musical.

Además, otro rasgo relacionado es la predisposición a sentir ansiedad, la cual está asociada a una mayor frecuencia de imágenes musicales involuntarias, a tenerlas más a la hora de dormir y a una mayor percepción de la experiencia como negativa.

¿Qué hace que se me meta una canción en la cabeza?

Para dar respuesta a esta pregunta, vamos a adentrarnos en una propuesta teórica sobre las imágenes musicales involuntarias. En una revisión reciente, tanto histórica como teórica, se describen estas canciones (earworms) como recuerdos que se activan a raíz de señales que provienen del entorno o de nuestra experiencia interior. Se trata de un proceso involuntario o automático que inicia la aparición de la canción.

A modo de ejemplo de esta activación, una señal desencadenante podría ser la propia divagación mental. Ésta puede provocar la aparición sin darte cuenta de esa canción que se te mete en la cabeza y no puedes quitarte. Una vez aparecida la canción, puede haber dos procesos distintos:

Si nuestra reacción emocional es positiva, podemos voluntariamente repetir la canción en nuestra mente sin mayores problemas. Esta forma de responder a la música que salta de repente en la mente no hará que la canción se repita eternamente.

En cambio, si la reacción emocional es de rechazo e intentamos suprimir o bloquear la música, se desembocará un proceso que irónicamente repetirá la canción en bucle. Cuanto más intentas quitarte la canción de la cabeza, más anclada está y más vuelve a aparecer.

¿Cómo me puedo quitar esa canción pegadiza de la cabeza?

Si en base a esta teoría, rechazar o tratar de suprimir una canción no es la mejor estrategia, ¿qué puedes hacer para quitar esa canción de la cabeza? Las principales opciones pasan por la aceptación y reevaluación de la experiencia.

En principio, cualquier intento de eliminar o cambiar la experiencia de las imágenes musicales involuntarias es poco probable que tenga éxito. Lo que sucede al intentar hacerlo es que se vuelve a presentar la canción. Como decíamos, esto puede derivar en episodios prolongados de repetición musical y, por lo tanto, la mejor opción pasa por una aceptación pasiva sin tratar de bloquear, eliminar o evitar la música.

Otras de las estrategias que se pueden poner en práctica es la saciación. Esta técnica de modificación de conducta es utilizada para los pensamientos obsesivos. Dicha estrategia consiste, en el caso de las canciones pegadizas, en reproducir la canción en bucle hasta que desaparezca de la mente.

Finalmente, vamos a acabar con una curiosidad. ¿Te despertaste con música en la cabeza y no paras de escucharla todo el día? ¡Prueba a masticar un chicle! Hace casi una década observaron que al masticar chicle se reducía la música mental tanto involuntaria como voluntaria.

Referencias

C. Philip Beaman, Kitty Powell & Ellie Rapley (2015) Want to block earworms from conscious awareness? B(u)y gum!, The Quarterly Journal of Experimental Psychology, 68:6, 1049-1057, 

C. Philip Beaman (2018): The Literary and Recent Scientific History of the Earworm: A Review and Theoretical Framework, Auditory Perception & Cognition,

Liikkanen, L. A. (2012). Musical activities predispose to involuntary musical imagery. Psychology of Music, 40, 236–256. 

Maldita.es – Periodismo para que no te la cuelen. ¿Por qué se nos pega una canción y qué podemos hacer para quitárnosla de la cabeza?

Ulor, M., Bailes, F., & O’Connor, D. B. (2022). An Investigation into the Relationship Between Musical Imagery and Anxiety. Imagination, Cognition and Personality42(1), 5–23.

Si te ha parecido interesante este artículo sobre las imágenes musicales involuntarias y sobre cómo quitar una canción de la cabeza, ¡compártelo en tus redes!

This Area is Widget-Ready

You can place here any widget you want!

You can also display any layout saved in Divi Library.

Let’s try with contact form: