La ansiedad puede hacer sentir a una persona muy sola. Es posible que también se aísle debido a las emociones tan intensas que siente. Si no has sentido ansiedad, es complicado entenderla. Por eso vamos a proponerte en este artículo qué puedes decirle a una persona con ansiedad.
La persona con ansiedad puede tener pensamientos irracionales, comportamientos que le llevan a evitar situaciones, preocupaciones constantes sobre diferentes temas, malestar físico (dolores de barriga, de cabeza…) o sensaciones diversas que son difíciles de entender desde fuera cuando no las has experimentado.
Infórmate sobre la ansiedad
En primer lugar, para saber qué decirle a una persona con ansiedad, es fundamental que conozcas qué es la ansiedad y que puedas reconocer sus signos. Al ser capaz de reconocer estos signos de ansiedad te permitirá saber cuándo tu amigo/a, familiar, pareja o compañero/a está teniendo miedo o sentimientos de temor.
Otro aspecto importante es diferenciar entre un ataque de pánico y la ansiedad generalizada. Los ataques de pánico se caracterizan por un miedo intenso acompañado de síntomas físicos y tienen una duración limitada. La ansiedad generalizada se alarga más en el tiempo y las preocupaciones son el centro de atención.
Qué NO decirle a una persona con ansiedad
En ocasiones podemos decir cosas con la mejor voluntad del mundo, pero pueden no ser lo mejor para la otra persona. A pesar de que desde tu perspectiva puede ser así, la persona que está sintiendo ansiedad lo verá de otra forma. Tanto la emoción de ansiedad como el miedo son emociones reales que está sintiendo en esos momentos y afectarán a cómo recibe lo que le digas. Por eso es importante saber qué NO es recomendable decirle a una persona con ansiedad.
1. «No tengas miedo»
A pesar de que a ti te pueda parecer una situación rutinaria, que puedes afrontar sin mayores problemas, la persona con ansiedad no lo sentirá así. El miedo es real y por mucho que se lo digas, no es tan fácil de que se marche. Más bien es necesario que le reafirmes que estás ahí para ayudarle y que te mantendrás a su lado.
2. «Cálmate»
La ansiedad no se elige y nadie puede calmarse sólo con que se lo ordenes. Si le das ese tipo de indicaciones, estás invalidando y desvalorizando sus sentimientos. Si la persona pudiera calmarse lo haría, ya que nadie elige sentirse así. Nadie quiere sentir ese miedo tan fuerte.
3. «Tampoco es para tanto» o «No hay razón para sentirse así»
Al hacer un comentario de este tipo, le estás diciendo a la persona que la reacción es desproporcionada. El miedo que siente es real y no debemos valorar desde nuestra perspectiva sus sentimientos. Si le estás intentando hacer ver que el miedo que tiene o el pensamiento es irracional, puede que la persona ya lo sepa y no pueda desembarazarse de esos pensamientos. Tampoco es la mejor forma de indicárselo. Además, no es sólo cuestión de ser consciente de la irracionalidad de la ansiedad, sino también de poder cambiar esos pensamientos. Para eso es necesario todo un trabajo psicológico que prepare a la persona ante esas situaciones.
4. «Todo el mundo puede estar estresado (o ansioso), es normal», «Yo también me pongo nervioso a veces» o «Sé lo que dices (o te comprendo), yo también me he puesto nervioso cuando… (cualquier actividad o situación)»
Sentirse inquieto, nervioso o estresado no es lo mismo a tener un ataque de pánico ni sentir ansiedad generalizada. Todos podemos tener cierto grado de ansiedad, pero cuando una persona tiene un ataque de pánico su ansiedad está por las nubes. La intensidad de la emoción es muy distinta y los pensamientos también son más irracionales (puede tener miedo a volverse loco o morir debido a los síntomas).
5. «Todo va a salir bien»
Es una de las frases que más fácil nos puede salir a todo el mundo. Reconfortar a la otra persona y tratar de eliminarle ese miedo es una de las reacciones naturales que aparecen en esas situaciones. No obstante, la persona que está sintiendo ansiedad no tiene la sensación de que las cosas vayan a ir bien (al contrario) y puede no recibir bien tal frase. Además, nunca podremos asegurar a una persona que todo va a estar bien.
6. «Todo está en tu mente (o todo está en tu cabeza)»
Aunque es cierto que la ansiedad está influenciada por la interpretación que se hace de la situación o la realidad, no beneficia que se minimice su temor. Hay un sesgo claro en la percepción de peligro, pero conviene recordar que no es algo que sea voluntario ni que sea tan sencillo de cambiar. La ansiedad también tiene un componente biológico importante y las reacciones o síntomas físicos pueden estar muy automatizados (aparecen sin que uno sea consciente).
Qué decirle a una persona con ansiedad
Hay muchas cosas que se pueden decir a una persona con ansiedad. Estas siempre tienen que ser desde la comprensión de su experiencia, sus sentimientos y sus pensamientos. No hay que negar lo que está viviendo, hay que acercarse y preguntar en qué puedes ayudar. A continuación tienes algunos ejemplos:
1. «Estoy aquí contigo» o «¿Te ayudaría si estoy a tu lado hasta que se te pase?«
El tener una presencia amiga, que proporcione seguridad en ese momento, puede ayudar a sentir que uno no está solo pasando por ese mal trago y que tiene a alguien cercano a su lado.
2. «¿Qué puedo hacer para ayudarte?«
Una de las cosas más importantes es preguntar. Puede que a ti te parezca obvio, pero en muchas ocasiones tratamos de ayudar sin saber qué es lo que necesita esa persona. La ansiedad puede mostrarse y expresarse en situaciones muy dispares y las necesidades pueden ser distintas. En ocasiones puede necesitar distraerse hablando contigo o en otras estar un rato tranquila descansando. Al hacer una pregunta abierta estás demostrando amabilidad e interés por sus necesidades.
3. «Vamos a un sitio tranquilo a (caminar, hablar…)«
Cuando uno siente tanta ansiedad, no quiere ruidos, ni estar rodeado de mucha gente o en medio de un alboroto. De hecho, es probable que si está teniendo mucha ansiedad, después necesite descansar porque estará exhausto. Un ataque de ansiedad puede dejar literalmente agotada a la persona, con dolores de cabeza, molestias digestivas u otros síntomas físicos. Ir a un sitio tranquilo, charlar un rato o caminar puede ser de utilidad para que el nivel de activación se reduzca.
4. «Siempre estaré aquí si necesitas hablar«
Una de las necesidades que en general podemos tener es el apoyo social. El poder hablar con amigos o amigas sobre cómo nos sentimos puede ser imprescindible. Tener a un amigo/a de confianza, en el que la persona con ansiedad sabe que puede acudir cuando lo necesite, puede ejercer un efecto beneficioso sobre la ansiedad (y otras dificultades como la depresión). Hablar y compartir tiene un efecto positivo sobre la salud mental.
5. «Tus sentimientos/preocupaciones/miedos no son ninguna tontería» (si la persona piensa que son una tontería o no son importantes) o «Como tú te sientes es importante para mí«.
Validar lo que la otra persona está sintiendo o pensando es una herramienta muy valiosa para todo el mundo. Por mucho que los pensamientos o las emociones sean irracionales en esos momentos, la experiencia es real y puede llegar a ser aterradora en un ataque de pánico. Luego, puede haber preocupaciones que, aunque parezcan triviales, la persona las vive con mucha intensidad y llegan a ser constantes durante mucho tiempo. Por eso son importantes y no son ninguna tontería. Hay que valorarlas y buscar una solución. Entre ellas puede estar el motivar a la persona a que busque ayuda profesional.
6. En caso de que la persona esté teniendo un ataque de pánico, puedes decirle cosas como:
«Tú puedes superarlo»
«Dime qué necesitas ahora»
«Céntrate en la respiración. Respira profunda y lentamente»
«Es normal que sientas miedo, son sensaciones desagradables, pero no son peligrosas y se pasarán»
«Estoy orgulloso de ti. Bien hecho.».
Reconoce cuándo es necesario buscar ayuda
De forma resumida, lo más importante que tienes que tener en cuenta al hablar y decirle a una persona con ansiedad, es no desvalorizar la experiencia de la persona, ser comprensivo con su malestar y ser consciente de que, aunque para ti no sea para tanto, para esa persona sí lo es.
Expresa tu preocupación por la persona cuando deje de ir a sitios o hacer cosas que antes hacía, por ejemplo. Pregúntale a qué se debe y si quiere compartirlo contigo. Si ves que la conversación gira entorno a la ansiedad, puedes preguntar si necesita ayuda para afrontarla.
Es fundamental que, si notas que la persona empieza a dejar de hacer actividades que disfrutaba antes, la ansiedad le limita o genera problemas en el trabajo, en los estudios, en casa o en cualquier otra área de la vida, le animes a concertar cita con un psicólogo, psiquiatra o médico. Puedes decirle que solo es una cita y que no significa que vaya a tener que comprometerse con un tratamiento concreto. Es tan sólo una valoración inicial para ver cómo está y que un profesional le pueda dar una explicación.
Por último, debes tener en cuenta que no es bueno ni ayudar a la persona con ansiedad a que evite situaciones que le cuesta afrontar ni tampoco es positivo que le presiones para que las afronte. Ofrécele tu comprensión, motívale y ayúdale a prepararse para afrontar las situaciones, pero nunca presiones ni fuerces. La persona las afrontará cuando se vea preparada.
Referencias
Helping Someone During a Panic Attack. (2020). https://www.healthlinkbc.ca/illnesses-conditions/heart-health-and-stroke/helping-someone-during-panic-attack
How to Help Someone with Anxiety. https://www.hopkinsmedicine.org/health/treatment-tests-and-therapies/how-to-help-someone-with-anxiety
What to Say (and Not to Say) to Someone with Anxiety (2018). https://rightasrain.uwmedicine.org/mind/mental-health/what-say-and-not-say-someone-anxiety
For friends & family. https://www.mind.org.uk/information-support/types-of-mental-health-problems/anxiety-and-panic-attacks/for-friends-family/
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