En el siguiente artículo vamos a hablar sobre las crisis de ansiedad en niños y cómo actuar como madre, padre o adulto que esté acompañando a los niños.

¿Qué es la ansiedad en la infancia o en la adolescencia?

Las emociones difíciles, como la ansiedad, la tristeza y la rabia, en sí no son malas, ya que tienen una función y su objetivo es que reaccionemos. En el caso de la ansiedad o del miedo, su función es advertirnos de que hay un peligro y nos hace reaccionar ante este peligro externo. En la ansiedad más específicamente, se anticipan consecuencias negativas del futuro.

Imagínate por un momento que estás conduciendo y, en un cruce, de repente se te acerca con mucha velocidad desde el otro lado un coche. Tú lo ves y en seguida te activas, tu corazón se acelera, tus músculos se tensan y automáticamente y en cuestión de milisegundos frenas y evitas un choque con este coche. Es gracias al miedo el hecho de que puedas reaccionar tan rápido y evitar un accidente.

Ahora imagínate que tienes esta misma reacción y las mismas sensaciones por la noche cuando estás sentado tranquilamente en el sofá. Es ahí cuando la ansiedad empieza a ser un problema y hay que hacer algo para aprender a manejarla

Los niños y adolescentes también sienten ansiedad

Los niños y adolescente, al igual que los adultos, pueden sentir esta ansiedad. No siempre es visible y a veces puede pasar desaparecida. Suelen ser niños que se preocupan mucho, se pueden quejar de problemas físicos, como dolor de barriga, de cabeza, náuseas, etc. (siempre hay que descartar una causa física antes de atribuirlo a la ansiedad) y a veces también lo exteriorizan con irritabilidad y enfados.

Cuando un niño o adolescente llega a tener un ataque de pánico, se hacen más visibles los síntomas. Te explicamos en qué consisten estos ataques de pánico o crisis de ansiedad y cómo puedes actuar como madre, padre o adulto que esté acompañando el niño.

Qué son las crisis de ansiedad en niños o adolescentes

ataques ansiedad niños

Si has vivido un ataque de ansiedad o pánico en tu hijo, sabrás que asustan, porque ves que está sufriendo mucho. Asustan no solo a los padres, sino también a los propios niños o adolescentes que lo están viviendo. A veces se describe como la sensación de tener un ataque de corazón, miedo a perder el control o a la sensación de morir.

Los ataques de pánico pueden aparecer tanto cuando el niño o adolescente aparentemente está calmado o cuando ya previamente está con ansiedad.

Los ataques de pánico no suelen ser tan frecuentes en niños, pero si que lo son más en adolescentes.

Hablamos de crisis de ansiedad o ataques de pánico cuando aparece un miedo o un malestar intenso de manera repentina. Tienen una duración determinada. Esta duración depende de cada persona, pero el promedio suele ser entre 10-15 minutos.

Durante este tiempo se producen algunos de los siguientes síntomas:

  • Incremento de la frecuencia cardiaca
  • Sudoración o escalofrío
  • Temblores
  • Sensación de falta de aire y dificultad para respirar o sensación de ahogo
  • Molestias o dolor en el pecho
  • Náuseas
  • Mareo o sensación de inestabilidad
  • La sensación de que el mundo es irreal

Normalmente, después de pasar por un ataque de pánico, el niño o adolescente tienen mucho miedo de que le vuelva a pasar. Esto puede hacer que empiece a cambiar su comportamiento y puede, por ejemplo, empezar a evitar situaciones o lugares. Esto lo hace con la intención de evitar la aparición de otra crisis de ansiedad.

Crisis de ansiedad en niños: ¿cómo puedo actuar?

1. Ayuda a tu hijo a entender qué es lo que está pasando

Un primer paso para poder afrontar una crisis de ansiedad es entenderla. Ayuda a tu hijo a reconocer los síntomas asociados con el ataque de pánico. La crisis de ansiedad se suele caracterizar por intensos síntomas físicos. Intentad reconocer qué síntomas son los que tiene tu hijo. Si sabe de antemano cuales son sus síntomas y qué significan, puede que se asuste menos.

2. Mantén la calma

No es nada fácil ver una crisis de ansiedad en niños y saber cómo actuar. Probablemente, al ver a tu hijo así, tú también te pones nervioso/a, te desesperas o en algún momento te enfadas con tu hijo, porque no sabes cómo reaccionar y cómo ayudarle a manejar sus síntomas.

Estas reacciones son totalmente comprensibles y le pueden pasar a cualquiera. Si notas que te está pasando, puede ser una opción apartarte un momento del sitio dónde esté tu hijo, respirar, calmarte y volver a centrarte otra vez en tu hijo. A él le ayudará ver que tú mantienes la calma 

3. No le quites importancia

Los ataques de pánico son muy desagradables y a pesar de que físicamente no le va a pasar nada a tu hijo, en esos momentos lo estará pasando mal. Intenta no decirle frases como estas; “estás bien, no te pasa nada”, “esto no es nada”, “no te pongas así…”. Recuerda que tu hijo lo está pasando muy mal y sentir que le comprendes le ayudará. Es mejor decirle, por ejemplo; “sé que ahora mismo te sientes mal y asusta mucho tener una crisis de ansiedad. Estoy aquí contigo y te ayudaré a pasarlo. Se pasará y acabará pronto.»

4. Recuérdale que la crisis de ansiedad tiene una duración limitada

Los ataques de pánico no duran eternamente, aunque en el momento a la persona le puede parecer así. Recuérdale a tu hijo que la crisis se acabará pronto.

5. Practicad técnicas de relajación

Las técnicas de relajación pueden ser útiles para rebajar las sensaciones físicas de la ansiedad (siempre y cuando ésta no sea muy intensa). Puedes empezar enseñando a tu hijo la respiración diafragmática que consiste en respirar profundamente y llevar el aire hasta la barriga. Posteriormente podéis pasar a técnicas más complejas, como puede ser la relajación de Jacobson. Ten en cuenta que para que la relajación funcione, se necesita práctica y ser constante. Empezad a practicarla en momentos de calma y una vez que tu hijo la domine, se puede empezar a utilizar en momentos de ansiedad.

Cuando tu hijo tiene un ataque de pánico, ayúdale a respirar. Puede ser más útil respirar con él en vez de decirle simplemente, «respira». Por ejemplo, puedes ponerte a su altura y decirle: “Vamos a respirar juntos, céntrate en mi y respira conmigo.”  Márcale tú el ritmo de la respiración y respira con él.

6. Ayúdale a distraerse y no centrarse únicamente en la crisis de ansiedad

Durante una crisis de ansiedad, el niño que lo está viviendo normalmente se centra en las sensaciones físicas y los pensamientos asociados (por ejemplo, “me duele el pecho, seguro que eso significa que algo no está bien en mi corazón”). Centrarse en las sensaciones físicas y los pensamientos puede hacer que estos aumenten.

Intenta ayudarle a que se distraiga, elige esta distracción en función de los gustos de tu hijo. Podéis jugar a un juego, puedes utilizar técnicas de relajación, se puede duchar, ver su serie favorita… las opciones son infinitas. Intentad buscar algo que absorba su atención y le ayude a no estar centrado en la crisis de ansiedad. Si ves que los síntomas son demasiado fuertes, intenta que se levante y camine.

7. Ayúdale a manejar el miedo de volver a tener un ataque de pánico

Cómo ya hemos visto, la ansiedad tiene la función de alertarnos de un posible peligro y obviamente haremos todo para intentar evitar la misma situación y el mismo “peligro” en un futuro. Por eso, cuando el niño o adolescente se encuentra en una situación en la que cree que le puede volver a dar un ataque de pánico, suele intentar evitar esta situación por el miedo a volver a pasarlo mal.

El hecho de evitar esta situación aumentará la creencia de que ésta es “peligrosa” y el niño no puede afrontarla. Esto hará que la misma situación le cueste cada vez más y le será más difícil de afrontar. Si no le ayudamos a afrontar estas situaciones puede llegar a ser un círculo vicioso y puede llevar a un aislamiento y a cada vez menos actividad. Por eso, es tan importante afrontar la ansiedad y no evitarla.

8. Busca ayuda profesional para afrontar la crisis de ansiedad en niños

Si ves que tu hijo no mejora y las crisis de ansiedad siguen ahí, busca ayuda profesional. El profesional podrá enseñar técnicas a tu hijo y ayudarle a afrontar esta ansiedad.

Busca ayuda también si ves que estos ataques empiezan a afectarle en su día a día. Esto se puede ver en el hecho de que le cueste más relacionarse, le es más difícil ir al colegio o deja de hacer actividades que antes hacía.

Referencias

American Psychiatric Association. (2014). Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-5 / American Psychiatric Association.

Panic Disorder Basics. (2021). Retrieved 19 May 2021, from https://childmind.org/guide/panic-disorder/

Anxiety in children. (2019). Retrieved 19 May 2021, from https://www.nhs.uk/conditions/stress-anxiety-depression/anxiety-in-children/

Mahoney, B. (2021). How Can I Help my Child During an Anxiety Attack?. Retrieved 19 May 2021, from https://discoverymood.com/blog/can-help-child-anxiety-attack/

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